La luna nueva
simboliza la importancia de la pausa entre una acción visible y otra. Es un
momento único que nos invita a sintonizarnos con su energía, abriendo un
espacio de silencio; haciendo un compás de espera para reflexionar, evaluar,
comprender y conectarnos con la esencia de la Verdad.
El periodo de la Luna Nueva es un
momento especial para activar nuestra mirada interna; es una oportunidad para
conectarnos con la inspiración y la percepción e iniciar un camino de sanación
y expansión de nuestra conciencia.
En el
silencio, podemos reconocernos, percibirnos y prepararnos para acompañar el
tránsito de la Luna Nueva,
desde su “invisibilidad” hasta su máxima luminosidad. De este modo estaremos
preparando todo nuestro ser para recorrer caminos con corazón y nutrir nuestros
más profundos deseos para que se manifiesten en todo su esplendor.
La Kabalaha y sus enseñanazas
Las energías de este mes son energías para crecer.
En este mes, de acuerdo con las enseñanzas de la Kabalah, se están
atravesando los 49 días de la cuenta del Omer -un camino espiritual para
trascender nuestros defectos, purificar y santificar nuestra alma. Esta práctica consiste en un recorrido por las “sefirot” del Árbol de la Vida, vinculándonos cada
semana con una “sefira”, y cada día
con un aspecto de esa “sefira” en relación con las demás,
abarcando durante las 7 semanas, diferentes áreas de crecimiento. Este
recorrido requiere de nuestra parte compromiso, disciplina y continuidad para
poder corregir los aspectos que la sabiduría mística propone en este periodo.
Es el momento de la introspección, de observarnos hacia adentro, silenciosa y
conscientemente, para revisar todas las facetas de nuestra vida, nuestras
conductas y actitudes y decidir modificar aquellos aspectos, conductas y
actitudes en virtud de los consejos de nuestra sabiduría interna.
Nosotros y la Luna Nueva de Tauro- del mes Iyar
Para crecer tenemos que ir más allá de la pura
inspiración (energía del mes anterior). Es necesario atravesar un proceso para
alcanzar sabiduría y evolucionar espiritualmente.
La cualidad de este mes está vinculada a la tierra;
la energía de esta luna de Tauro, requiere de nuestra parte concentración,
silencio, recogimiento. Necesitamos
estar disponibles para vivir plenamente el proceso y delinear el sendero que queremos
recorrer, con un plan de trabajo, un orden, con disciplina. La energía de esta
luna nueva nos está abriendo las puertas para crecer paso a paso, día a día. Su
luz es apenas un resplandor, pero el resplandor nos permite saber que está
allí, lista para su máxima expansión.
Nuestra tarea comienza con la Luna Nueva pero nuestro
proceso completo continúa y acompaña las fases de la luna hasta llegar a la siguiente Luna
Nueva, que se presentará con otra cualidad especial, con la cual podremos
vincularnos. La energía de este mes pone a nuestro alcance aquellos elementos necesarios
para recorrer este camino de superación, de crecimiento personal y
expansión de la conciencia. Este mes representa la individualidad a la cual
hemos de darle presencia.
Esta Luna Nueva, nos invita a trabajar sobre el pensamiento
a través de la búsqueda de la verdad. Se corresponde con Tauro, con el mes IYAR del calendario hebreo y con el
riñón derecho (energía femenina) con relación al ser humano.
Siguiendo
este proceso analógico, la función del riñón es depurar, filtrar las toxinas,
las impurezas de la sangre; la introspección nos permite revisar las diferentes
facetas de nuestra vida, nuestros comportamientos y actitudes y decidir
modificar lo que esté a nuestro alcance de acuerdo con la guía de nuestra
sabiduría interna, que proviene de la función psicológica asociada al riñón. Este trabajo
personal interno es riguroso, disciplinado, perseverante tal como se infiere de
las cualidades de Tauro (toro).
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